El fin del desarrollo motor es conseguir el dominio y control del cuerpo, hasta obtener todas sus posibilidades de acción. Dicho desarrollo se realiza a través de la acción motriz, la cual está constituida por movimientos orientados hacia las relaciones con el mundo que circunda al niño y que juega un papel primordial en todo su progreso y perfeccionamiento, desde los movimientos reflejos primarios hasta llegar a la coordinación de los grandes grupos musculares que intervienen en los mecanismos de control postural, equilibrios y desplazamientos.